Tu negocio. Tu creación. Tu sueño
El artículo de hoy lo dedicamos a todos los pequeños emprendedores, propietarios de peluquerías y centros estéticos, porqué son los que a diario se demuestran fuertes y tenaces en perseguir sus sueños. Escribimos para vosotros porqué sois lo suficientemente sabios para saber que las decisiones que tenis que tomar, y el estrés bajo el cual tenéis que trabajar cada día, pueden transformar vuestro sueño en una verdadera pesadilla. Por último, os dedicamos este articulo porqué respetamos el nivel de responsabilidad con lo que cargáis en vuestra actividad. Nosotros también somos emprendedores y conocemos todo eso mejor de lo que tú puedas pensar.
Las lecciones que aprendemos no tienen precio. Cada día aprendemos una lección acerca de cómo gestionar mejor nuestros empleados. Cada día nos recuerdan que si gastamos más de lo que ganamos crearemos un agujero en nuestras finanzas. Cada día aprendemos algo más sobre el significado de confianza y de cómo te sientes cuándo la misma se pierde. Nosotros, emprendedores, somos los valientes que crean oportunidades para los demás; así que está en nuestro derecho saber cómo gestionar de la forma más eficaz y viable nuestra empresa.
- Acerca de las personas: Tener el arte de liderar personas es una bendición. Para un líder siempre resulta complicado montar el equipo perfecto. Una vez conseguido, “saca una foto” del resultado, ya que tu equipo cambiará a lo largo del tiempo. Tendrás la oportunidad de liderar personas extraordinarias; a veces, tendrás el disgusto de enfrentarte a “personas tóxicas”. Pues sí, tu tarea es también la de despedir personas que no aportan nada a la empresa, o la están dañando. En general, un líder no tiene que perder nunca la fe hacia las personas; si confías en las personas correctas serán las primeras en ayudarte a tener éxito.
- Acerca del dinero: Un negocio viable es un negocio que aporta dinero. Crear beneficios es fundamental. Esos negocios que tardan demasiado en aportar beneficios sólo representan un “gran dolor de cabeza”. Huye de las deudas: demasiadas deudas se traducen en utilizar los beneficios de hoy para pagar las malas decisiones del pasado. Un colchón financiero es lo que te asegurará sueños tranquilos también en momentos de crisis.
- Acerca del tiempo: Eres el primer responsable de la gestión de tu tiempo. Es cierto que a veces tendrás que trabajar 7 días a la semana; sin embargo, trabajar sin parar no es algo viable. Si lo hicieras comprometerías tu salud, la relación con tu familia y tu eficacia como líder. Los mejores líderes comparten la carga de trabajo, y saben lo que quiere decir delegar. Enseñan a sus empleados cómo gestionar su tiempo y son los primeros en solucionar los mayores problemas de gestión del mismo. Si te sientes “prisionero del tiempo” en tu misma empresa ha llegado la hora de conocer la mejor manera de gestionarlo.
- Acerca de los cambios: Los cambios son una parte necesaria del crecimiento de una empresa. Hay personas que acogen positivamente el cambio, mientras que otras se demuestran contrarias al mismo. Un buen líder sabe que el cambio es una parte inevitable de cualquier cultura empresarial. Haz una comparación con el entrenamiento deportivo. Cada vez que paras y empiezas un entrenamiento nuevo, tus músculos sufren hasta volver a acostumbrarse. Cuanto más espere tu empresa a llevar a cabo el cambio, peor será el “dolor” a aguantar antes de volver a acostumbrarse.
- Acerca de la pasión: Con el pasar del tiempo la pasión por tu sueño puede balancear. Tienes que mantenerla siempre viva y encontrar razones para eso. Muchos emprendedores acaban sumergidos en cuentas y tareas que matan a su pasión inicial. No has montado tu negocio sólo para eso. Has montado el negocio para crear algo extraordinario…para cumplir tu sueño. En el momento en que pierdes la conexión con ese sueño, pierdes también tu rol de líder y te transformas en un “manager”. Todo lo que haces tiene que dar alimento a tu pasión. Si te has encontrado en la situación de cuestionar tu pasión, mejor que vuelvas a pensar en tu rol dentro de la empresa.
¡Adelante!