¿A qué esperas? – El alto coste de la indecisión de un responsable
Para un líder o responsable la indecisión se traduce en falta de acción. La indecisión es una elección que transforma un simple problema en crisis, la falta de compromiso en algo que se tolera y un potencial obstáculo en el bienestar de la empresa. La indecisión no permite aprovechar el momento y puede ser la causa de perdida de grandes oportunidades. No importa como lo mires: la indecisión es un límite al progreso.
Cuándo un negocio es víctima de un problema, todos (o casi todos) se dan cuenta. Cuanto más tiempo la situación persista, peor se hace. Una vez que el problema esté individualizado, ponte en marcha y soluciónalo. Un líder es el primer responsable en mantener el orden. La indecisión difunde complacencia y una cultura de empresa en la que no existe implicación y dedición hacia el negocio.
Aquí van algunas estrategias para evitar que la indecisión y la actitud negativa puedan originar problemas en tu empresa:
- Obsesionarse equivale a estresarse: Cuando sabes que hay que tomar una decisión y te obsesionas por ella, estás poniendo a dura prueba tus niveles de estrés. Las decisiones importantes y el estrés suelen ir de la mano; sin embargo, obsesionarse demasiado es contraproducente. Recomendación: Cuando la obsesión entra en el proceso decisional, es el momento de tomar la decisión más rápidamente. Puede que la solución no te parezca óptima en ese momento, pero evitarás que el problema se haga más grande. Toma la mejor decisión entre las que has considerado: si no funciona, pasa a la siguiente decisión.
- Se trata de la empresa: En calidad de líder es tu responsabilidad proteger la empresa y hablar en nombre de ella. No importa que se trate de tu empresa o de la de otro….no estás tú al centro de la atención. Cuando tienes miedo, incertidumbre, o un problema de autoestima, te conviertes en el problema, en lugar de representar la solución. Recomendación: No te obsesiones. Nadie se espera que tengas todas las respuestas. Si el problema es complejo, busca ayuda. Organiza un encuentro con tus empleados, expone el problema e intenta buscar una solución entre todos. Una alternativa es la de pedir ayuda a un “business coach”.
- Sé realista acerca de las consecuencias negativas: Si me encuentro con un líder indeciso la pregunta que suelo hacerle es: “¿Qué es lo peor que podría pasar?”. Uno de los mayores miedos es que miembros claves de la organización se vayan una vez enfrentados al cambio. Sin embargo, ¿qué te hace pensar que esas personas quieran quedarse si el problema persiste y no cambia nada? ¿Qué pasaría si hubiesen decidido irse independientemente de tus decisiones? Las personas vienen y se van. Toma la mejor decisión para la empresa: transmite esas decisiones con la mayor transparencia posible y…si alguien se va…que así sea. Recomendación: Nunca existirá un momento perfecto para implementar cambios en una organización. A veces, tu mejor decisión es la de seguir adelante con las mejores intenciones para tu empresa y tu equipo. Los que deciden irse ya estaban a punto de hacerlo. Así que no te preocupes demasiado.
- Carpe diem: A veces un líder o responsable tiene que aprovechar el momento y la oportunidad, ya que cada momento que pasa estancado en la indecisión ofrece ventaja a la competencia. Aprovechar el momento es como jugar un partido de futbol: lanzas el balón y esperas hacer gol. No hay nada malo en ser precavido y calculador; sin embargo, las grandes oportunidades no esperan a nadie. Una oportunidad siempre comporta un factor de riesgo. Recomendación: Los líderes no comprometidos son demasiado cautelosos y no quieren asumir ningún riesgo. Cuando deciden “lanzarse a la piscina”, simplemente lo hacen. La indecisión no es una opción.
El miedo no es amigo de los buenos resultados, si queremos algo debemos ir a por ello a pesar de todos los riesgos. Reconoce y valora los riesgos, dificultades y las cosas que pueden ir mal pero que no te domine el “¿y si va mal?” y concéntrate en el “¿y si va bien?”. ¡A por ello!