¿Mejor trabajar como estilista o como líder de tu salón de belleza?
Así que has conseguido el sueño de montar tu salón de belleza: ¡Enhorabuena! Tienes que saber de todos modos, que el día que te conviertes en el propietario de un salón, tus responsabilidades cambian. Ya no se trata únicamente de lo que puedes crear con tus manos, sino con tu visión, sistema de trabajo, innovación e inspiración. En pocas palabras, tu capacidad de liderazgo se convierte en una habilidad más importante que la de estilista.
No importa lo grande o pequeño que sea tu negocio. Ahora tienes que decidir si es mejor trabajar como estilista, o como líder de tu salón. Vamos a ser sinceros: tu empresa te necesita mucho más como líder, alguien capaz de guiar a los demás y ser un punto de referencia en todo momento. ¿No estás convencido? Aquí te dejamos seis razones por las que ser líder de tu salón es más importante que seguir facilitando servicio directo a tus clientes.
1) Ser un buen líder requiere de tiempo…mucho tiempo: Cuanto más tiempo inviertas en trabajar como estilista, más trabajo acumularas cómo líder del salón. Las tareas del propietario de un salón son más de las que puedas imaginarte. Si se acumulan, los pequeños problemas se convierten en montañas. Esto lleva a un sistema de trabajo poco eficaz y a la perdida de muchas oportunidades.
2) La bomba a relojería: ¿Llevas mucho dinero al salón trabajando como estilista? Podrá parecerte una ventaja, en realidad no lo es. Que la mayor parte de los beneficios los generes tú, significa que el negocio no podría seguir adelante sin ti. Este mecanismo es una verdadera bomba a relojería, que puede estallar en cualquier momento. Recuerda que eres el propietario del salón, y que llegará el día en que tendrás que dejar la parte operativa a tu equipo. Imagínate que por cualquier razón no puedas facilitar más el servicio al cliente; ¿qué pasaría en ese caso? El nivel de beneficios caería en picado. La bomba de la crisis explota cuando menos te lo esperas.
3) La excelencia es algo que se consigue: Para alcanzar calidad y consistencia en tu salón necesitas tiempo, formación, práctica y persistencia. ¿Tienes claro el cuadro en mente? ¿A qué nivel de calidad ha llegado tu sistema de trabajo? ¿Cómo calificarías el servicio al cliente ofrecido por tus empleados? Si esperas conseguir la excelencia sin trabajar duro en todos los aspectos que te permiten alcanzarla, tendrías que cambiar tu forma de ver las cosas. ¿Quieres excelencia? ¡Trabaja duro como líder!
4) Controlar los beneficios: Muchos propietarios de salones odian los números. Sin embargo, liderar un negocio de éxito significa antes de todo tener un plan financiero preciso y detallado. Los números miden el nivel de eficiencia de tu sistema de trabajo. Si ignoras los números no serás capaz de progresar y de crecer al ritmo que te has planteado.
5) Crear planes de carrera: ¿Sabes cuál es la dificultad más grande a la que tendrás que enfrentarte como propietario de un salón de belleza? El abandono de los empleados. Cuando uno de tus mejores empleados decide dejar el salón, para perseguir una mejor oportunidad de trabajo, toda la formación que le has ofrecido y la inversión de tiempo en mejorar sus habilidades están perdidas. Para evitar al máximo este problema, crea un plan de carrera dentro de tu salón. Ofrece a tus empleados la posibilidad de crecer como profesionales, y económicamente. Si consigues retener a los empleados, el nivel de productividad se verá beneficiado. Crear planes de carrera para tus empleados no es algo que puedas hacer mientras ejerces como estilista.
6) Crear valor: La primera razón por la que decidimos adquirir una vivienda, en lugar de alquilarla, reside en el deseo de invertir y aumentar su valor. En la mayoría de los casos, durante los años en los que somos propietarios de la vivienda, invertiremos en reformas, y en mejorarla para poder venderla a un precio más alto y sacar beneficios de la operación. Lo mismo vale para un salón de belleza. Es muy probable que un día quieras vender el negocio. Si has invertido tiempo y esfuerzos en aumentar su valor, saldrás ganando. Cuanto más tiempo inviertas en ofrecer servicios como estilista, menos tiempo tendrás para mejorar el salón bajo todos los aspectos.
Claramente, con este artículo no te estamos sugiriendo de dejar totalmente el trabajo como estilista y de poner a un lado el aspecto más creativo de tu profesión. Lo que decimos es que tendrías que evaluar atentamente si eres capaz de hacer frente a tus responsabilidades como líder.
Si realmente no quieres dejar de trabajar como estilista, empieza reduciendo las horas que dedicas a esta actividad. No olvides que tienes que reservar la mayor parte del tiempo a tus actividades como líder. ¿Aceptas el desafío?