Claro que es tu empresa, pero…
En calidad de líder de tu empresa, la mejor manera para entender de qué forma está funcionando es hablar con tus empleados. Un empleado siempre querrá compartir contigo lo bueno, lo malo, y lo verdaderamente malo de la cultura de tu compañía, de su estructura y de su líder. El propietario de una empresa es un emprendedor, que tiene una idea muy clara de lo que hace falta para hacer despegar su negocio. El emprendedor es por definición apasionado, intenso y, muy a menudo bajo estrés. Es este estrés que le hace jugar de vez en cuando la carta de: “¡Es mi empresa!” par salir de situaciones de tensión.
Toda recomendación sobre un sano liderazgo, nunca será del estilo: <<Si quieres ganar durante un enfrentamiento con uno de tus empleados, simplemente dile “Es mi empresa.”>> Acabar una discusión de esa forma no lleva a nada bueno.
Aquí os indicamos algunos puntos que hay que tomar en cuenta antes de utilizar la estrategia de “Esta es mi empresa”. Cada uno de estos puntos te demostrará como esta afirmación no tenga nada que ver con el liderazgo autentico:
- Vive la difference: Hay mucho que aprender si decides explorar y entender diferentes puntos de vista que, a lo mejor, pueden ir en contra de tus convicciones. Pero…, quizás…., tu idea…, tus conclusiones podrían no ser la mejor solución. ¿Y si te estuvieras equivocando?
- Vaya…lo aniquilas : Así que no te ha gustado escuchar lo que has escuchado, y has lanzado tu bomba atómica hacia el empleado que solo quería expresar su opinión. Pues, hacia ese mismo empleado que ha intentado dar una sugerencia para mejorar de alguna forma la empresa, pero tú lo has reducido a un montón de ceniza. Has aniquilado un empleado leal, inteligente, de gran valor sólo por defender tu idea (sin ni siquiera evaluarla atentamente). Intenta dar un paso atrás de vez en cuando y escuchar lo que tus empleados tienen que decirte; quien sabe, su idea pueda ser buena!
- Haz orden en tu forma de liderar equipos: Has jugado la carta de “Es mi empresa” y has aniquilado unos cuantos empleados. ¿Y ahora? Liderar una empresa no es eso. Si has estado alguna vez al otro lado, sintiendo como tus ideas se quedaban sin respuesta, entenderás que el nivel de frustración puede ser realmente pesado. Lo negativo de tus actos permanecerá durante mucho tiempo en la cabeza del empleado, afectando a su rendimiento.
- Evita la falta de interés de tus empleados: Si escuchas uno de tus empleados decir la frase: “Vamos a hacerlo como dice él; al fin y al cabo es su empresa y es así como quiere que se haga” sabrás que en él se ha acabado la pasión y la ilusión. No hay nada peor que empleados que cumplen con sus tareas según ordenes recibidas, que no comparten lo que están haciendo. Un líder quiere que sus colaboradores amen lo que hacen: es de ahí que sale el valor del trabajo bien hecho. Cada vez que un emprendedor juega la carta de “Es mi empresa!” tendrá el privilegio de estar al mando de un equipo de zombies.
La mejor manera para un emprendedor de hacer crecer la empresa de sus sueños, es la de crear una cultura dónde los empleados puedan tomar parte a la toma de decisiones en su área de competencia. Cuantos más empleados estén acostumbrados a pensar, actuar y tomar decisiones, más rápidamente crecerá la empresa.