¿Por qué envías emails?
¿Por qué envías emails? Seguramente no sea sólo por rutina. Lo que buscas es que tus clientes lo lean y tener una respuesta por su parte (seguramente en forma de visita a tu centro). De esta manera, y demasiado a menudo, enviamos los emails cuando nos va mejor a nosotros, los remitentes, sin tener en cuenta si le va bien al destinatario. Puedes pensar en ello de la siguiente manera: ¿llamarías a tus mejores clientes mientras estén en medio de una reunión o comiendo con la familia? Entonces ¿por qué les envías emails en esos momentos?.
Si bien es cierto que un mensaje de correo electrónico es menos invasivo que una llamada telefónica, existen unas horas en las que es mejor enviar comunicaciones por correo. Esas horas no solamente son más convenientes para ellos, sino que habrá más posibilidades de que lo lean.
El problema
Si haces como la mayoría seguramente envíes emails a los clientes cuando tengas un momento libre en el centro. Obviamente piensas en el negocio y en enviar los emails. Esto es, claramente, el mejor momento para ti, pero enviar un mensaje sin pensar en cuándo hay más probabilidades que lo lean con tranquilidad tus clientes puede ser la raíz del problema de los bajos porcentajes de apertura de emails o de clics la oferta que contenga éste (esto es, el número de personas que han abierto los emails y los que han hecho clic en los enlaces que aparecen en él). Si no tienes cuidado puede que estés enviando tus emails dentro de la “hora muerta”, que es cuando tus clientes simplemente ignorarán el mensaje o lo guardarán para leerlo después. En cualquier caso, es muy probable que no lo lean y que hayas enviado un email para nada, perdiendo un tiempo precioso.
Cuándo enviar
Puede que las horas puedan variar en función de la clientela, pero generalmente las mejores horas para enviar un email entre semana son antes de la comida, sobre las 12:00 AM, o bien por la tarde-noche, entre las 19:00 y las 22:00. Cuando envías una comunicación justo antes de la hora de la comida estarás haciendo un recordatorio a tus clientes de que deben reservar cuanto antes una cita, y ¿qué mejor momento que cuando están en su pausa para comer y tienen un momento para tratar ciertos asuntos personales?. Espera hasta la noche, cuando los correos empresariales han dejado de llegar y los clientes se han ido a casa a cenar. Entonces abren sus bandejas de entrada de correo electrónico para terminar el día y hacer planes para el siguiente. A estas horas te asegurarás que el correo siempre esté al principio de la lista de correo recibido, no perdido entre los que hayan llegado después del tuyo y provoque confusión entre todos los recibidos.
Con la popularización de los smartphones y la llegada del correo electrónico al teléfono, los domingos también son un buen momento para enviar los emails: los clientes están finalizando el fin de semana y comprobando los emails para la semana entrante.
Hacer que no nos ocupe tiempo importante
Mandar los emails durante un espacio de tiempo concreto para incrementar la respuesta de los clientes es una buena idea en la teoría, pero puede ser muy difícil en la práctica: Seguramente el centro esté lleno de gente antes de la hora de la comida y no tengas un solo momento para enviar los correos, y después de un largo día de trabajo la última cosa que deseas es escribir emails de marketing. ¿Y enviarlos los fines de semana? Olvídalo…
Entonces ¿cómo puedo hacer este trabajo?. Prepara los emails cuando normalmente tengas un poco de tiempo libre en el centro, pero programa el envío para el momento en que sabes que es más probable que lo lean tus clientes. Así ahorrarás tiempo personal y de trabajo.
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